El Colegio Mayor La Salle fue construido en 1954 por el arquitecto Pedro de Ispizúa y Susunaga, completando con ello el bloque de las aulas que había proyectado cuatro años antes. Todo el conjunto, en forma de L y con frente a las calles Santuario, Simón Aranda y Fray Luis de León, acotan el patio de juegos orientado al sureste.

Frente al trazado lineal y más nítido de la planta de las aulas, distribuidas en cuatro plantas sobre el suelo y todas ellas orientadas al este y al patio, el Colegio Mayor asume un programa más complejo donde superpone en sus diferentes alturas la ampliación de la residencia de estudiantes, situada en las plantas más altas en torno a un patio cubierto, y un salón de actos y comedores en las plantas bajas. Para ello ocupó un solar más exiguo y de geometría más complejo con frente a la calle Fray Luis de León, donde ubicó el acceso exterior principal, y a la calle Simón Aranda. Su volumen trasdosó por el norte el ya construido para las aulas.

Al igual que sucede en el bloque de las aulas, el arquitecto resolvió la imagen del edificio mezclando los lenguajes racionalista y ecléctico habituales en las arquitecturas urbanas de aquella época. La torre que articula el rincón de encuentro entre las dos alas que acotan el patio y la solución en curva que remata la fachada a la calle de Fray Luis de León en su encuentro con el solar contiguo son dos muestras de esta estrategia formal, así como la articulación estratificada en el juego de materiales, ladrillo y revoco, que subraya la composición de las fachadas. El salón de actos, que incluye teatro y cine, guarda, en su articulación espacial y juego de materiales, cierta atmósfera de la época.

COLEGIO LA SALLE

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