Datos inmuebles
Arquitecto – Miguel Fisac Serna
Tipo de propiedad – Privada
Calle Arca Real 209
Valladolid, España
47008
Datos de contacto
Paseo Acera de Recoletos s/n
47004 Valladolid
Tel: 983 219 438
Mail: filmoffice@valladolidturismo.com
El cine-teatro del Colegio de los Padres Dominicos (1955-1957) obra del arquitecto Miguel Fisac, culmina la intervención del arquitecto en este conjunto arquitectónico.
El edificio proyectado se desarrolla en continuidad con el eje del sistema de todo el conjunto, planteando un vínculo con la iglesia con distintas relaciones entre ambos edificios. Fundamentalmente su direccionalidad convergente marcada en ambos por los dos muros de ladrillo que van cerrándose en un juego que magnifica el espacio, remitiéndonos a los de las falsas perspectivas barrocas. Convergencia espacial y visual cuyo foco en este caso es la luz proyectada sobre la pantalla de tela blanca y plana, horizontal, donde las proyecciones cinematográficas ─o representaciones teatrales en su caso─ mantenían la atención de los alumnos en su uso colectivo. Así el espacio utilizado como cine la mayor parte de las veces, es una caja negra donde el artificio de la película concentra la atención en las luces y sombras con movimiento sobre la pantalla, la magia del cine que alude a la imaginación, los sueños y la fantasía.
Desarrollado en dos niveles, sala de butacas y anfiteatro permite un juego de escaleras para acceder al nivel alto, y así en el cine-teatro, y donde Miguel Fisac colocara la atención espacial en la entrada con una doble escalera de acceso a ese anfiteatro. Es en este espacio luminoso de acceso y subida donde, como cierre, utilizó dos grandes vidrieras, con distintos ángulos y enfrentadas entre sí, logrando una espacio ascendente en un continuo recorrido a contraluces. Plataformas de descansillos fueron colocadas en cascada espacial de visiones verticales –picados y contrapicados− con una luz siempre frontal y manifiesta, en contrapartica de la oscuridad que domina en el interior.
De influencia nórdica, el exterior de ladrilla cara vista refleja una volumetría que se ciñe perfectamente al espacio interior sin pretensiones formales y utilizando las proporciones y la armonía del conjunto como fundamento de su atractivo formal